El corto narra la historia de Lucas, un niño de 7 años que vive en Madrid, España. La inquietud por descubrir todo aquello que le rodea y su increíble afán observador, le llevan a caer en la cuenta de la gran cantidad de agua que se pierde a su alrededor a diario.

Motivado por esta preocupación, decide recoger todo el agua que parece que para los demás no tiene ningún valor, con el deseo de guardarla para todos los que realmente la necesitan. Lo que para sus ojos es agua no deja de ser agua a pesar de estar completamente contaminada. Ese es el agua a la que acceden miles de personas a diario...mientras en otros lugares, las grietas de la sequedad es el suelo que habitan.

Vivimos inmersos en un mundo, donde todo fluye muy deprisa, donde el ruido nos envuelve sin dejar ni siquiera espacio para escuchar algo tan sencillo como el gota a gota de la lluvia. Este es nuestro mundo y sin darnos cuenta pasa el tiempo y a veces descuidamos la relación con los que nos acompañan en nuestro día a día.

Dejemos que el niño que llevamos dentro, con su inocencia y su sencillez, nos ayude a ver lo que más necesitan de nosotros.
Por un minuto, pararnos a observar el recorrido del agua en un rio, un grifo, una fuente, miremos hacia arriba cuando llueve sobre nosotros…

¿Cómo no somos capaces de ver todo el agua que podríamos compartir? ¿Por qué seguimos malgastándola? Salva el agua y ella te salvará a ti.

Descubre la historia de Lucas y acompáñale en esta aventura.

Espero que les guste y, ante todo, ¡abran los ojos del corazón!